Cuando te hagas preguntas

Cuando nos hacemos preguntas, sobre todo aquellas a las cuales no acude nunca una respuesta, lo hacemos desde la inconsciencia. La pregunta brota de algún lugar remoto y nos atrapa, envuelve, agita, y de modo tan brusco, que para cuando nos suelta ya creemos que nada tiene solución.

No nos damos cuenta de que todas las preguntas son memorias, o sea oxidados trozos de pasado flotando en la conciencia, experiencias ancestrales, cuya finalidad es que les aceptemos y después les pongamos en libertad para que puedan convertirse en luz.

Entonces recordé los viejos tiempos donde nadaba en preguntas, y también estas inolvidables frases:

FLUIR
Entre las orillas del dolor y el placer fluye el río de la vida. Sólo cuando la mente se niega a fluir con la vida y se estanca en las orillas, se convierte en un problema.
Fluir con la vida quiere decir aceptación; dejar llegar lo que viene y dejar ir lo que se va. Tú no eres lo que sucede, eres a quien le sucede.
—Maharaj.

O sea que tú no eres las preguntas, ni tienes la culpa de que ellas surjan, ni tampoco de lo sucedido. Ellas como los hechos, sólo aparecen, son parte de la vida. Y tú quien presencia su llegada, su permanencia y su partida.

Si están llegando muchas preguntas a tu vida, puedes observar cómo se escriben solas en tu pantalla mental, siendo consciente de que no eres ellas, ni que ellas son lo que eres tú. Después observarlas. Mirarlas. Como si fueran un principio clave para desprenderte de algo que ni siquiera sabes que está o qué es. Presenciarlas sin apegarte o identificarte con ellas, para que el complejo acto de vivir te sea más sencillo.

Y si te nace apegarte o identificarte con todas tus preguntas, pues apégate. Conoce más acerca del apego que todo es oro molido.

No desprecies nada.

También me he dicho:

«Ama las preguntas en su esencia.
Ama su sonido. Su extraña cadencia.
Atesora el momento en el que ellas te atraviesan,
Pero no las resistas pues no son tuyas.
Y si las resistes, pues bien resistidas sean.»

Y así llega a mí la poesía de Rilke sobre las preguntas, a continuación:

«Ten paciencia con todo aquello
que no se ha resuelto en tu corazón
e intenta amar las preguntas por sí mismas,
como si fueran habitaciones cerradas
o libros escritos en una lengua extranjera.
No busques ahora las respuestas
que no estés preparado para vivir,
pues la clave es vivirlo todo.
Vive las preguntas ahora.
Tal vez las encuentres, gradualmente, sin notarlas,
y algún día lejano llegues a las respuestas.»

—Rainer María Rilke

Deseo con mi alma, que esta entrada de mi blog, sea de gran ayuda para ti, para todos.

Gracias por leerme, por leernos.

 

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