Gracias por lo que no comprendo

Estoy aprendiendo a agradecer las cosas que no entiendo, o que no comprendo. Estoy aprendiendo a actuar más a través del poder (amor) que de la fuerza (enojo). Estoy aprendiendo a ver que formo parte de todo lo que es.

Y quizás te encuentres en el camino a alguien que te diga que no agradezcas las cosas negativas, pero como yo lo veo, me pregunto: ¿Y quién soy yo para no agradecerlas? ¿Quién soy yo para no agradecer la inmensidad de lo que no comprendo, si no lo comprendo?

Es decir, no puedo comprenderlo porque no tengo los datos completos.

Además, enojarse y odiar es tan sencillo que cualquiera puede hacerlo. Pero trata de dar amor y verás cómo ese es trabajo para gente poderosa como tú, sin duda.

No sé con exactitud porqué algo es cómo es. Y quizás no tenga que saberlo para ser feliz. Quizás no tengo que involucrar a mi mente en todo lo que hago. Quizás esto pueda ser una señal de libertad para mí.

De momento solo sé que si doy las gracias por algo, me estoy alejando de juzgarlo, y estoy receptiva a la posibilidad de que ese algo transforme aún más mi vida para bien. Estoy receptiva a lo que sucede. Al mundo que es. A lo que yo soy. Como si en todo eso se escondiera un milagro, que así es.

Gracias por leerme.

Foto: Sasint (Pixabay.com)

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