Entrégale al Universo lo que sientes

Entregar tus pesares, tus culpas, tus angustias, significa:

Renunciar a la historia que te has contado sobre cómo debería ser tu vida. Renunciar al control, pues no lo tienes.

Renunciar a pensar.

Tenemos en la mente una película sobre lo que debió, debe, o debería ser nuestra vida. Y esa película nos lastima cada vez que se repite, porque no somos conscientes de que los hubieras, los deberías, los debe, y sus derivados, solo son culpas disfrazadas, y que además de eso no están sucediendo ahora, no son ahora, y por lo tanto no existen.

Sin embargo, vivimos de ellos.

Pero nada en la vida es negativo del todo, y al darnos cuenta de que vivimos de ilusiones, nos hacemos conscientes de que es tiempo de comenzar a vivir, y es por eso que estamos aprendiendo a mirar las cosas desde un ángulo diferente. Estamos aprendiendo a estar ahí cuando los pensamientos, historias, y películas aparecen, para entregarlos al Universo.

La pura observación, sin la mente, es la renuncia a cargar con todo eso.

Y también podemos agradecer su viaje y soltarlos una y otra vez mientras decimos GRACIAS.

Así, sin angustia, sin culpa, sin decirnos que lo estamos haciendo mal, sin juzgarnos, sin nada de eso. Simplemente mirar, mirar, mirar, y agradecer, ojalá sonriendo.

Gracias por leerme.

 

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