Madres e hijas reparando el camino

Yo no tengo hijos, pero al haber sido hija sé qué palabras amamos escuchar de mamá y papá. Como por ejemplo:

No importa lo que sea que sientas, lo que sea que creas que eres, lo que sea que te duela, puedes decírmelo. Eres parte de mí, y te amo sin condiciones.»

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Si matas tus demonios…

Me dice un amigo muy querido: Disculpa que no te llame tan seguido, disculpa que a veces me aleje de ti. Ni siquiera sé porqué dejo de llamarte, cuando me haces tanto bien.

Entonces le respondí: No te preocupes por eso. Los encuentros, los desencuentros y las palabras son autónomos y tienen su tiempo como las estaciones. Además, hay una frase de Tennessee Williams que me gusta mucho y dice: «Si matas a mis demonios mis ángeles morirán también».

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Siembra tus propias flores, mujer

Todos nacemos mujeres. En nuestras primeras etapas de vida, todos los seres humanos somos mujeres. Esto ya es algo que se ha dado a conocer ampliamente, así que espero que no te tome por sorpresa. Es alrededor de la sexta semana de gestación que en el feto surge, porque simplemente surge, el cromosoma que le permitirá desarrollar características masculinas. Pero en esencia y como identidad primigenia, todos los hombres llevan en la memoria del alma una mujer. Y viceversa.

En este mundo nadie es totalmente algo. Todo es relativo. Eso es lo que nos vuelve uno.

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Los avispones negros del imperio del bambú

Veía el otro día en televisión un programa sobre avispones. Y había dos clases: los negros (grandes, para su especie, belicosos, saqueadores y asesinos), conocidos también como los habitantes del imperio del bambú, ya que ahí nacen, crecen y viven. Y el otro grupo es el de los avispones amarillos: (tamaño pequeño, pacíficos, organizados, trabajadores). La cuestión es que los avispones negros aprovechaban su tamaño para invadir las tranquilas colmenas de las demás especies de abejas y avispones trabajadoras, con el único fin de alimentar a los de sus propias colmenas.

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Los 8 mitos que rodean a una maestra o maestro espiritual

Para empezar ¿Qué es un mito?. Un mito es un relato imaginario que exagera las cualidades normales de alguien. Y para descubrirnos un poco más, aquí están los 8 mitos que rodean la imagen de un(a) terapeuta, maestra(o) espiritual, practicante de las 4 palabras que curan, o lo que tenga relación con ello:

Mito 1. Estas personas no fuman, le tienen asco a la cocacola, no ingieren alcohol, y lo que es definitivo: no comen carne. Esto es supuestamente porque han descubierto que todo eso hace daño,  y que impide la llegada de la inspiración, enferma al cuerpo y miles de cosas más.

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Te amo

Soy una convencida de que los humanos somos los seres más valientes de la creación. Y lo somos porque la vida, tal como la concebimos, nos toma por sorpresa a cada instante. No tenemos idea de qué es lo que va a venir en el próximo tramo del viaje, pero ahí estamos dispuestos a afrontarlo. Y si no estamos dispuestos, pues las mismas circunstancias nos van enseñando.

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Pinche tirano

Nota: La palabra «pinche» generalmente es una grosería en México, no siendo así en algunos otros países de América Latina. Juan Matus era mexicano, de ahí su expresión hacia el tirano.

Un pinche tirano es aquella persona que sin motivo aparente lastima, tortura, humilla, ofende y hiere de forma constante a un guerrero o a una guerrera hasta causar su muerte. Fue gracias a todo el sufrimiento que soportó cuando joven en manos de un capataz, que Juan Matus le pudo enseñar a Carlos Castaneda* la cualidad de encontrar el lugar y el momento adecuado para todas las cosas.

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La mala ortografía

Para vivir en paz es necesario aceptar que el mundo está lleno de diversidad y que por lo mismo, no todas las personas nacen con las mismas oportunidades y talentos, no todas encajan con nuestros propios conceptos de perfección y no todas las personas se encierran en lo establecido a la hora de expresarse. Con esto comprendemos que no estamos en este mundo para cambiarlo sino para liberarnos de nuestros conceptos limitantes respecto de él. Entonces concluyo que a veces, lo considerado correcto debe ser corregido, lo bueno debe ser borrado y lo perfecto ha de ser limpiado. Esto incluye a la ortografía, a la belleza, a la fealdad, a la riqueza, a la religión, a la pobreza, al amor humano, al dolor y a la compulsiva tentación de creer que tengo la razón.

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