Me dice un amigo muy querido: Disculpa que no te llame tan seguido, disculpa que a veces me aleje de ti. Ni siquiera sé porqué dejo de llamarte, cuando me haces tanto bien.
Entonces le respondí: No te preocupes por eso. Los encuentros, los desencuentros y las palabras son autónomos y tienen su tiempo como las estaciones. Además, hay una frase de Tennessee Williams que me gusta mucho y dice: «Si matas a mis demonios mis ángeles morirán también».