Deja que la vida fluya

Antes de comenzar a escribir, antes de hacer lo que hago, había permanentemente un pensamiento/pregunta en mi mente: ¿Con qué derecho voy a enseñar algo si mi vida no está resuelta?. Y me agarré de esta pregunta por años, como una excusa oculta para no mostrarme, para permanecer allí donde todo parecía estar en calma. Mostrar las ideas que pasaban a través de mí, escribir sobre mis puntos de vista, publicar aquello en lo que creía y creo, me parecía tan inmenso, tan lejano, tan atrevido, tan distante de mí, que simplemente me creí esa historia. No tenía derecho a enseñar nada, si no tenía mi vida entera resuelta.

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