Una plegaria por ti

Hay una canción que me gusta mucho, es de Aretha Franklin y se llama «Rezo una oración por ti».

Desde el momento en que me despierto
Antes de ponerme el maquillaje,
Rezo una pequeña oración por ti.
Mientras me peino,
Y me pregunto qué vestido ponerme ahora,
Rezo una pequeña oración por ti. ♫

Y es que creo que la plegaria como tal es un regalo, y poder hacerla es un regalo, ahora imagínate si es para alguien más.

¿Alguna vez has hecho una plegaria por esa persona con la que has tenido una difícil relación? ¿En algún momento del día, cuando esa persona viene a tus pensamientos, haces una plegaria por ella?

Si tu respuesta es que sí, te felicito. Seguramente no habrás tardado mucho en ver cómo después de tu plegaria, esa persona se sentía, o se comportaba mejor. Y no por que ella en sí hubiera cambiado, sino porque tú, pese a todo, en algún momento habías hecho cambios, y habías comenzado a amarte, y esa persona te lo mostraba.

Si tu respuesta es que no, te animo a hacerlo. Reza una pequeña oración por esa persona, aunque las cosas entre ustedes no hubieran salido como esperabas. Puedes optar por decirle: lo siento, perdóname, te amo, gracias, que de hecho es la mejor plegaria que conozco (y que si comprendiste el párrafo anterior ahora sabes que va directo hacia ti aunque la digas para la otra persona). O puedes optar por decirlo directamente con tus palabras:

Inteligencia Divina, gracias por haber puesto a ______________ en mi camino. Envío luz (gratitud y amor) a su alma, para que sea feliz.

Y esa luz y ese amor, llegarán. Y tú lo sabrás de inmediato.

Ese es el sentido de nuestras relaciones, para eso nos relacionamos con los demás, para aprender sobre nosotros, aquello que por sí solos nunca hubiéramos aprendido.

Pero no me creas así como así. Practica. Y me cuentas.

Hoy rezo una pequeña oración por ti, y es: te amo, gracias por existir.

 

 

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