Nunca sentí la enfermedad hasta que tuve terror

El otro día una chica me escribió lo siguiente:

Ay Vivi me diagnosticaron en 2013 de esclerosis múltiple y nunca sentí la enfermedad hasta que tuve terror. Ahora espero una medicación y mientras, padezco de un vacío interno y tristeza. La biología de la creencia existe. Te amo. Te amo. Te amo.

Aquí mi respuesta para ella y para quien esté aprendiendo a dejar ir información, porque toda enfermedad, se presente como se presente está hecha de lo mismo: datos. Como en un programa de computador!. Así que vamos a ver algo sobre eso.

A las personas que amablemente hayan llegado hasta aquí, les pido que lean con la mente abierta. Sin juzgar. Hay muchos mundos en este.

Hola Natalia. Me escribiste esto: «Nunca sentí la enfermedad hasta que tuve terror». Y eso es dolorosamente cierto. En su libro Sincrodestino, Deepak Chopra escribe sobre cómo un hombre deportista, lleno de vida y de sueños recibe repentinamente el diagnóstico de que tiene sida. Y cómo en cuestión de una semana cambió por completo. Enfermó gravemente. Y esto es muy comprensible, la persona más robusta puede llegar a entregarse después de un diagnóstico que carga memorias dolorosas y de muerte consigo. Y es que definitivamente, las personas no mueren por las enfermedades, mueren por la tristeza, el miedo y la culpa detrás de lo que se cree de ellas. Sin embargo, solo llegas a comprender esto después de un diagnóstico difícil, después de darte cuenta de que nada, ni nadie más que tú, podrá hacer el trabajo de curación. Después de darte cuenta de que las memorias impregnan el mundo, de que las palabras de alguien que en determinado momento tiene autoridad sobre nosotros, por su trayectoria o por su profesión, no pueden pesar más que la propia voz del alma.

Hay medicamentos, hay opciones, que cada ser humano puede tomar si lo siente necesario, incluso todas estas ayudas para la mente, pueden trabajar a favor, pueden contribuir con la curación, si y solo sí son aceptadas y amadas, sin culpa alguna. Pero la base, la base de la curación es soltar los datos que carga la niña o niño interior.

Hablamos de que si hay miedo hay culpa. Así que ¿Estás dispuesta a perdonar y a perdonarte que es lo mismo?. Perdonar aquello que te hizo sentir tan infeliz. Soltar incluso aquello que no sabes que está ahí. ¿Puedes hacerlo incluyendo algunas otras palabras cargadas de luz como te amo, lo siento, perdóname y gracias? ¿Las pronunciarías 24/7 es decir, todo el día? Porque sanar es un compromiso que comienza con la palabra bondadosa! Y de allí surgen acciones importantes, las que necesitas.

Habrá quien piense que eso no es posible. Y no será posible. Habrá quien sienta que este es el camino. Y lo transite con éxito. El universo no discute con nadie. Aquello que crees, se respeta.

Por último, ve por la vida, suave, ligera, sin juicios hacia ti misma, y si se te escapa un juicio hacia ti, no lo juzgues. Ellos, los juicios también quieren ser amados.

¿Podrías?

Di que sí. Ese será el principio. Un abrazo, te amo.

Nota: La mayoría de las veces la enfermedad es un castigo con el que creemos atacar a otro. En cuanto descubrimos que el castigo es para nosotros mismos, aparece la claridad.

Gracias por leerme.

 

 

 

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