Los barcos están seguros en el puerto, pero no fueron construidos para eso.

De nuevo me encontré con esta frase cuya autoría ignoro:

Los barcos están seguros en el puerto, pero no fueron construidos para eso.

Qué hermosas palabras, qué gran verdad y qué reto para los seres humanos que de algún modo somos como barcos atados por poco o mucho tiempo al muelle. Barcos que observan que de repente, un viento lejano desata los nudos para impulsarle hacia aguas profundas, hacia horizontes desconocidos, hacia mareas altas.

Y el miedo aumenta cuando te das cuenta de que huir es imposible, porque un vórtice te lleva a toda velocidad hacia donde es preciso que estés. Y si todo apunta a que hay que surcar ese mar, entonces habrá que surcarlo. Esa incertidumbre, esa dificultad, ese desafío, ese temor frío, es lo que le da sentido a la existencia.

Y es que la propia mente es quien al final de cuentas, etiqueta. Escuchamos que su voz dice: sí! y esa otra dulce voz del corazón que dice: no!, para después preguntarnos: ¿A cual de las dos sigo?. La primera habla de arriesgar, y la segunda habla mantenerte a salvo, de no soltar la orilla. Entonces comprendo por qué hay que mirar hacia donde están las voces para decirles:

Recuerdos míos, gracias por volver. Los estaba esperando. Les amo.

Es cuando te das cuenta de que todo problema es un pensamiento que las cosas mejoran allí dentro. Algo cambia si haces esto de manera constante. Las voces se tranquilizan si no dejas de amarlas y algo mucho mejor toma posesión de este presente.

Lo que tenga que suceder, sucede. Ese es un asunto de la Inteligencia Divina, déjalo en sus manos.

A ratos hay mucho dolor en nuestros procesos, lo sé, pero ese dolor también es un recuerdo. A veces hay lágrimas en la aceptación, lo he vivido, pero ellas son parte del mar en el que navega tu barco y también son benditas. Es sólo que si ni siquiera podemos amar el dolor que emerge de nuestro interior, mucho menos podremos amar las dificultades que parecen venir de afuera.

Es posible que muchas veces debamos tomar caminos insensatos y absurdos para los demás, o quizás enfrentar océanos peligrosos en busca de una estrella luminosa, y de ser así sólo te diré: déjate ir sin tanto pensar. Que no transcurra para ti ningún segundo sin aceptar. La vida te detendrá súbitamente. O te permitirá continuar. Ambas posibilidades serán bienvenidas.

Lo sensato o lo prudente no siempre es lo más correcto.

Te amo. Gracias por leerme.

Arte: Afremov

 

*Sitio web administrado desde el 28 de octubre del 2019 por Sofía Córdova compañera de vida de Vivi Cervera

8 comentarios en “Los barcos están seguros en el puerto, pero no fueron construidos para eso.

  1. Dora Soto dijo:

    Muchas gracias Vivi porque tus palabras llegan como siempre en el momento indicado.

    Haciendo un recuento de mi vida desde que te conocí a la fecha, he podido bajarle el nivel a los pensamientos y fluir cada vez más con mi vida tal como es… Créeme cuando te digo que la paz y el gozo con el que he vivido estos ultimo años crece cada vez más, y todo gracias que aprendí a través de ti y de otros maestros a bajarle el volumen a los pensamientos…

    Te leo cada lunes en tu boletín.

    GRACIAS

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  2. Yalexis Delgado dijo:

    Gracias Vivi por tus escritos y palabras (audios) inspiradoras! En mi proceso de transformación y en esa búsqueda por reencontrarme con mi Divinidad, esta me llevó al encuentro con tus maravillosos audios los cuales me han servido para explorar todo aquello que vive en mi. La mágica experiencia que vivo cada dia con mi niña interna es sencillamente maravillosa! Gracias, Gracias, Gracias!!! Esto se trata de asumir mi responsabilidad desde el Amor la cual inesperamente me ha trasladado al camino de la Libertad! Me permito compartir esta oración la cual me llegó por inspiración en el proceso de limpieza que mi Divinidad realiza en mi: «Mi Divinidad, te invito a que expreses en mi el más elevado propósito por mi bien o por el de toda la creación y esta hecho. Gracias, te Amo». Gracias….Te Amo…Me Amo!!!

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  3. Juli dijo:

    He tratado de olvidar mis memorias dolorosas y de perdonar, cuando fracaso trato de amarme y no juzgarme, pero en cada fracaso siento que daño a quien amo y decidí perdonar… lo siento, perdoname, gracias, te amo!

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